lunes, 26 de diciembre de 2011

Tostas de salmón y mandarinas


 Llegadas estas fechas tan especiales para tod@s  en las que la cocina buye de animacion y movimiento, me veo en la obligación moral (muy apetecible por cierto) de presentaros  mi versión particular de un entrante navideño. Montse sugirió desde Facebook un pavo relleno, pero yo me voy a detener en el comienzo de la cena con unas tostas de salmón y mandarinas, regadas con un delicioso macerado agridulce que os van a saber a gloria aunque no sean pavo asado.

 Agradecer a Fernando todas las ideas sobre cocina que me ha hecho llegar (que me vienen de perlas para imaginar platos ricos), a Arturo y el excelente salmón de su charcutería del mercado de Vicálvaro y como no, desearos felices fiestas en estos tiempos tan complicadillos, que tarde o temprano pasarán.



INGREDIENTES (2-3 TOSTAS):

 PARA EL MACERADO AGRIDULCE:
- Zumo de una mandarina
- 50 gramos de almendras picadas
- 50 gramos de pepinillos en vinagre picados
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cucharada de vinagre de módena
- 1 chorrito de brandy
- Sal
- Pimienta negra

 PARA EL RESTO DEL PLATO:
- 3 mandarinas
- 150 gramos de salmón ahumado
- aceite de oliva
- Pan de hogaza











 Receta apta hasta para el mas novato en la cocina. No os quejareis, porque encima está buenísima, os lo digo yo que ya la he probado, jeje. De cualquier manera, paso a explicaros su elaboración.

 En primer lugar vamos a preparar ese macerado agridulce que le va a dar a la receta el toque especial. Y para ello exprimiremos una mandarina y reservaremos su jugo.




 Para continuar, en un bol batiremos con fuerza las 2 cucharadas de aceite de oliva y la de vinagre con un poco de sal y pimienta. Adicionaremos entonces las almendras y los pepinillos picados y mezclaremos junto con un chorrito de brandy.

 Para terminar nuestra salsa agridulce la vamos a rebajar con el zumo de mandarina que teníamos reservado removiendo con un tenedor.




 Una vez finalizada la parte mas laboriosa que es la salsa, solo nos restará tostar unas rebanadas de pan de pueblo tipo hogaza, aderezarlas con un poco de aceite de oliva y montar encima unas rodajas de mandarinas peladas (otra opcion muy interesante sería con mini tostas tipo snack). Sobre ellas salmón ahumado y como guinda final la exquisita salsa agridulce que teníamos reservada.

 Como antesala de una gran cena rodeados de todos nuestros seres queridos, nos resultaran divertidas y sobre todo ligeras para lo que nos viene después.


 Juaki


martes, 20 de diciembre de 2011

Tomates rellenos de ternera en salsa de pimientos del piquillo


Bienvenid@s de nuevo al rincón de mi casa favorito que con todo el placer del mundo descubro a quien le apetezca leerme, mi  cocina. Y es por eso que hoy respondo a la demanda de mi amiga Laura (Sevilla), que en su momento me sugirió incluir algún plato con tomates rellenos.

Dicho y hecho, os presento mi particular versión de los tomates rellenos calientes, porque mas adelante hablaremos de la fría. Y nos basaremos en un plato que contenga un relleno aun mas atractivo que la envoltura, bañando la carne del mísmo con una suave y cremosa salsa de pimientos del piquillo.

 INGREDIENTES (2personas):

 PARA LA SALSA DE PIMIENTOS DEL PIQUILLO:
- 1/2 cebolla
- 1 diente de ajo
- 2 latas pequeñas de pimientos del piquillo
- 1 cucharada sopera de aceite de oliva
- 1 chorro de brandy
- 4 cucharadas soperas de nata líquida
- Sal
- Pimienta molida

 PARA EL RESTO DEL PLATO:
-  3 tomates no muy maduros
- 100 gramos de carne picada de ternera
- 1/2 cebolla
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- Orégano
- Sal
- 1 cucharada sopera de harina
- 200 gramos de queso oveja semicurado
- Perejil


 Primera tarea, preparar la salsa de pimientos. En una sartén vamos a sofreír 1/2 cebolla troceada junto con un diente de ajo también troceado.  Una vez hayan cogido color añadiremos las 2 latas de pimientos del piquillo en pedazos y seguiremos sofriendo todo el conjunto sin olvidarnos de haber rectificado de sal.

 Subimos ahora el fuego para volcar sobre la sartén un buen chorro de brandy y  cocinar sin miedo para evaporar el alcohol (como siempre, ¿un par  de minutos?).

Podemos ya añadir al guiso 4 cucharadas de nata lìquida y espolvorear pimienta picada.




Sin más, batiremos todo hasta que nos quede una salsa espesa y al mismo tiempo suave. Reservaremos.

Con un cuchillo de punta vamos a demostrar nuestra maña rebanando un sombrero a 3 tomates para poder vaciar el interior de ellos sin dañar la estructura. Suena difícil ¿eh? pues con paciencia os aseguro que lo lograreis fácilmente.

Reservaremos el  interior de los tomates bien picados junto con ellos en el frigo y comenzaremos a preparar el relleno.




En una sartén con aceite de oliva vamos a sofreír 1/2 cebolla picada a fuego suave. A continuación añadiremos una cucharada de harina para removerla y quitarle el gusto a crudo (queremos que el relleno del tomate esté bien espeso para que aguante el calor del horno).




Escurriremos el tomate picado de exceso de líquido y lo sumaremos a la carne junto con un poco de orégano. Para terminar nuestro relleno sumaremos 5 cucharadas de la salsa de pimientos que teníamos reservada.

Ultima labor, rellenar los tomates y coronar con queso de oveja rallado y perejil picado.




Los introduciremos en el horno junto a las capuchas durante unos 20 minutos a fuego medio arriba y abajo.

Solo nos queda decorar con un poco de salsa, colocar las capuchas a modo de sombrero y disfrutar en buena compañía.

Juaki


domingo, 11 de diciembre de 2011

Ensalada de pechuga de pollo al aceite de cayena y ajo


A la hora de escoger una receta siempre intento que sea sencilla y sabrosa, que es en definitiva los que todos queremos cuando nos animamos a meternos en la cocina. Esta vez creo que lo he vuelto a lograr, ya que como veréis mas adelante, la ensalada de hoy es realmente fácil de preparar. Espero que además de sencilla os sepa igual de rica que a mi (yo es que soy muy agradecido con mis platos, jeje).




INGREDIENTES (2 personas):

PARA EL CALDO DE COCCIÓN:
- 1 zanahoria
- 1/2 cebolla
- 1 puerro
- 1 patata
- 1 punta de jamón
- 1 rama de perejil
- 1 chorrito de aceite de oliva
- Sal

PARA EL RESTO DEL PLATO:
- 1/2 pechuga de pollo
- 200 gramos de lechuga romana
- 2 tomates
- 1 zanahoria
-1/4 cebolla
- 1 diente de ajo
- 2 cayenas
- 4 cucharadas soperas de aceite de oliva
- Vinagre de manzana
- Perejil
- Sal 






Necesitamos en primer lugar 1/2 pechuga de pollo sin piel ni huesos (tarea del carnicero). Nosotros nos encargaremos en casa de limpiarla bien de pequeños nervios y grasa. 

A continuación vamos a cocerla entera durante unos 40 minutos en agua con 1/2 cebolla, 1 puerro, 1 zanahoria pelada, 1 rama de perejil, 1 punta de jamón, 1 chorrito de aceite de oliva y un poco de sal. Esta tarea la podríamos hacer simplemente con agua y sal, pero el sabor que va a coger la pechuga con todos los ingredientes ya mencionados es muy diferente y bastante mas interesante. Además, con el caldo de la cocción podréis hacer bastantes cosas en un futuro si lo congeláis (bases para salsas, paellas, consomés suaves, etc).

Una vez bien escurrida la pechuga la pasaremos por la sartén unos 5 minutos aproximadamente a fuego fuerte con un chorro generoso de aceite de oliva (unas 4 cucharadas soperas), 1 diente de ajo sin pelar y 2 cayenas. De esta manera la carne cogerá un borde típico de embutido al cortarse que le dará un aspecto y una consistencia muy vistosa, además de impregnarse de todo el sabor y olor del ajo y la cayena.

Reservaremos la pechuga para que se atempere y colaremos el aceite para utilizarlo al final.

Un último paso antes de montar nuestro plato: filetear fina la pechuga y dejar que se termine de enfriar.




En una bandeja colocaremos 2 tomates cortados en lonchas y sazonados, sobre ellos una capa de lechuga romana picada con zanahoria rallada. Aliñaremos con un poco de aceite, vinagre y sal (poco, que el aliño final viene después), y por último pondremos encima del todo nuestra pechuga fileteada bien extendida.

Pellizco de sal, cebolla en tiras, perejil y como no, un buen chorreón de el aceite de cayena que teníamos guardado.

El caso es echarle imaginación y buen ojo en la cocina. Cuando probéis esta receta me dareis la razón.

Juaki

domingo, 4 de diciembre de 2011

Tostas de pisto manchego con huevos fritos de codorniz


Dicen que agosto, mes de los frutos maduros es ideal para hacer pisto, aunque hoy en día debido a la tecnología evidentemente es posible hacerlo en cualquier época del año.

Hablamos de una receta muy antigua, incluso de antes del descubrimiento de Amèrica. En aquella época los manchegos elaboraban un pisto a base de aceite de oliva, cebolla, berenjena, calabacín y membrillo. Sí, habéis leído bien, membrillo, recordemos que el tomate y el pimiento aun no habían llegado al Viejo Continente.

En esta ocasión lo vamos a servir en una tosta, y sobre ella colocaremos un par de apetitosos huevos fritos de codorniz.




INGREDIENTES:

- 3 tomates grandes
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 2 pimientos verdes
- 1 pimiento rojo
- 1 calabacín mediano
- 4-5 cucharadas soperas de aceite de oliva.
- Comino
- Sal
- Azucar (una cucharada pequeña)
- Pan del día
- 6 huevos de codorniz
- Pimentón
- Sal gorda











Para la elaboración de nuestro plato vamos a comenzar sofriendo con abundante aceite de oliva (unas 4 cucharadas soperas) el ajo picado y la cebolla en trocitos.

Cuando la cebolla haya cogido color (unos 5 minutos) echaremos los pimientos cortados en daditos. En este punto de la receta yo suelo escoger pimientos pintones o rojiverdes en vez de los tradicionales verdes o rojos, ya que su sabor es bastante peculiar, entre dulce y ácido y a mí esa mezcla de sabores me dice mucho.

Seguiremos sofriendo entonces hasta que notemos que los pimientos se han ablandado, momento que aprovecharemos para verter el calabacín también en dados.




Pasados unos 10 minutos de sofreír todo a fuego lento podemos ya por fin agregar el tomate pelado y como no, cortado en dados para no perder la costumbre. Añadiremos también un golpe de comino y cocinaremos hasta que el guiso quede homogéneo de cocción y con el tomate prácticamente deshecho.

Hemos aguardado haste este momento para rectificar de sal, ya que si se añade muy pronto corremos el peligro de  de que el tomate no se cueza bien. Agregaremos también una cucharadita de azúcar (ya sabéis, contrarresta la acidez del tomate y los pimientos). Y con este gesto habremos dado por finalizado nuestro pisto.

Mientras lo dejamos reposar cortaremos unas rebanadas de buen pan (merece la pena) y lo tostaremos.




Paso final, montar la tosta: sobre ella pondremos una capa de pisto, encima un huevo frito de codorniz (¿alguien necesita explicación de como se fríe un huevo?) y coronando, un poco de sal gorda y un toque de pimentón picante.

Una última recomendación, si os sobra pisto la mejor manera de conservarlo en el frigo es vertiendo un chorrito de aceite de oliva sobre él y tapando posteriormente el recipiente (si es con tapa mejor). Podreis disfrutar muchas más veces de estas tostas tan sabrosas.

Juaki